domingo, noviembre 08, 2009

Sierra de Organos

Sierra de Organos, Sombrerete, Zacatecas. 11 de la noche. La luna llena ilumina la locación. ¿Cómo fuimos a dar aquí? ¿Porqué estamos los 5 aquí?. Van 4 veces que empiezo este texto y no tengo ni idea de dónde empezar. Cada comienzo es un final y al revés. Es una cinta de Moebius.

Estamos Regina Montemayor (Ayudante de Dirección, mi mano derecha en esta chamba, el Seny i la Rauxa dirían los catalanes, el sentido común y la carrilla pa los aztecas), Lorena Navarrete (Coordinadora de Producción, que me dice que si a todo lo que le pido, profesionalmente hablando), Ixchel Coutiño (Productora en Línea, y eso que no hace mucho ejercicio la morra, que me dice que no a todo lo que le pido, pero siempre llegamos a un arreglo sensato) y Luis Sansans (a terrifying DOP, director de foto y maestrazo de la imagen) y yo, el Chango Pons. El productor de la peli es Ozcar Ramírez, que no entendió nada cuando le llamamos por teléfono para decirle que habíamos decidido ir a dormir esa noche a la locación. Sierra de Organos, Sombrerete, Zacatecas. 11 de la noche. La luna llena ilumina la locación. ¿Qué me pasó en la vida si yo vivía tranquilamente en León Guanajuato ganando un sueldo razonable y haciendo multimedia para acabar en Sombrerete unos años más tarde?

El 12 de diciembre del 2001 agarré todo lo que creí tener, lo metí a una maleta y me fui de mi casa, ya rucón y sin saber bien a dónde iba. Un boleto de avión a Madrid para visitar a Toño, Pocho y Maite, de ahí irme a Valencia a visitar a Renecita, pasar navidad por ahí en Cadiz, Barcelona y París. No se de dónde me salió la idea de irme a tocar jazz al barrio se Saint Martin. Cortazar seguro. Era una ruta demasiado planeada y sin embargo aguantó bastante, todo salio tal cual, hasta Barcelona. Desde 1998 que no piso Paris. Pues voy a aprovechar de que en algún momento se me ocurrió quedarme a vivir aquí para hacer algo de provecho en la vida: Estudiar, pensé. En 1992 empecé a estudiar Ingeniería Industrial, y 8 años después me titulé en Comunicación. Mitad del primer acto, incidente inductor. Allí hice un par de cortometrajes y videos. De eso a Barcelona no lo quiero contar, así nomás. Las clases empezaban en octubre y yo estaba ahí desde enero.

Michel Gaztambide es guionista, profesorazo y buen amigo. Una de sus películas favoritas es Amarcord, de Fellini. Ahí me dio. El primer año que nos dio clases, nos pedía un guión diario. Entre la chamba en el bar y la escuela tenía realmente poco tiempo para hacer la tarea, pero esa semana andaba inspirado, el primer día terminé de reescribir "El Sacrificio" , ”, el segundo escribí “Adoremus”, el tercer día hice trampa y entregué el guión de “Mujercitaque había ya incluso grabado el corto, y el último día entregué “Limbo”, éste último guión basado en un par de anécdotas, una que me contó el buen Carlos Hernandez trabajando en Porinternet, de unos paisanos suyos de ciudad Manuel Doblado que cruzaron la frontera, y la otra me la regaló Elviux trabajando ahí mismo un día en que contestó el teléfono y dijo sólo 4 palabras en inglés y las únicas que dijo bien fueron “Yes” y “No”. No había mucha gente en el bar y la Werita estaba prendidísima atendiendo a los pocos clientes. Lo escribí a mano, 12 secuencias que para ese mismo día a las 5 de la mañana ya estaban impresas. Clases a las 10, toma ya. La siguiente clase, Michel repartió copias de “Limbo” a toda la clase, la leímos en voz alta y el Michel me echó un montón de flores. Zaz. Al terminar le fui a agradecer y me dijo que siguiera con la historia y empezara a escribir ya un largo, con dos cojones. Le habían gustado los otros guiones, y todos están ya realizados, los pueden ver en mi MyEspacio, en el TuTubo, en el Feisbu, Vimeo y demás, sólo faltaba “Limbo”, que ni a Michel ni a Xavi Puebla les gustaba el título, tons se lo cambié por “Norteado”. Annita se fue a Helsinki un mes y yo me puse a escribir pa compensar la soledad. El guión era un drama que traía los dos chascarrillos, el que me contó Carlos y el de Elviux. Pero en algún momento, que como se habrán dado cuenta yo soy muy voluble y olvidadizo, la historia cambió y se convirtió en una comedia negra. O por lo menos eso dicen. Para acabar la carrera nos pidieron un guión de largometraje y yo ya tenía al “Norteado”. Al finalizar la escuela, los maestros escogían a 6 alumnos para dirigir un cortometraje en 35 mm y a un solo alumno para un largometraje en 35 mm y a otro para un largo en digital. “No sents res?” es mi cortometraje en 35, pero el Norteado era difícil de producir en España, aunque la escuela siga manteniendo mi premio de “opera prima”. Me lancé un par de veces a México a buscar productora, el primer paso lo traía bajo el brazo con unas 46 secuencias y no más de 80 páginas, el segundo paso me sacó yagas en los nudillos de las puertas de las productoras que toqué para dejar el guión. Vamos, lo típico de quien quiere hacer su primer largometraje. Regresé a Barcelona a trabajar en un par de pelis, cortos y demás. Un día me escribió el buen Mane 3D2 para felicitarme porque “Norteado” había recibido el apoyo de FOPROCINE, pero no era yo. Le tuve que cambiar de nombre, pero no estaba fácil. Y un día, cenando en la playa de Sant Pol quina hora es?, se me iluminó la chimenea y salió, así solito: “La Brújula la lleva el muerto”. Y en cuanto una productora dijo que si me vine corriendo de regreso a la hermosa tierra de los aguacates y los nopales. Me encantan. Pero no se hizo con ellos, acabé con Ozcarito y ahí me cuadré. El tiene la visión más clara de cómo quiero hacer la peli, desde el principio, hasta se le ocurren cosas más locas pa meterle (aunque dice que es a mí a quien se le ocurren pero son ideas de el). La 226, el estímulo fiscal que ayuda a la producción cinematográfica, en el primer resbalón que tuvo me mandó de regreso a Barcelona casi 2 años. Intenté entrarle al mundo de la publicidad con el buen Uri Segarra, pero la crisis ya estaba rondando por el barrio y las empresas chonchas lo sabían. Pasé con el Francesc un día al bar la Cafetera a pedir chamba, volver a la barra, y empecé ese mismo sabado en la plaza Virreina. Pa cuando la crisis se metió a nuestras casas yo estaba con un sueldo estable en el bar, y las mañanas ayudaba al Morros y a Pablo con su nueva productora haciendo videitos, incluido el de la Original Jazz Orchestra con la Mala Rodríguez. Luego me salió el videoclip de “MR Jenkins” de DJoe y la animación para “Grita” la nueva versión de Pau Donés y su Jarabe de Palo. Lo chido es que tanto Joe como Pau iban al bar a ver los detalles de sus videos mientras yo seguía sirviéndoles GinTonics al Toni i la Pepi, que se zumbaban una botella entera de ginebra al día y le pegaban unos rollotes al Puli, al Arnau y a mi. Para marzo, mientras acomodaba mis cosas en la nueva oficina de Séptimo Elemento y preparábamos la grabación de un programa de skaters en Barna y el de “Gent que parla sola”, recibí un mensaje de Monx Larqué, que fue productora en línea de la Brújula en México cuando tratamos de levantarla la primera vez y que en ese momento estaba en Valencia tomando un curso con el mismísimo Michel Gaztambide. “A qué número te puede marcar Ozcar? Acaba de conseguir lana pa la peli”. Zaz. Agarré mi bici y me fui en chinga loca a mi casa a hablar con Ozcarito, y eso que está de subida. “¿Cómo quieres hacer tu peli?” y no supe que contestarle.

El 14 de julio llegamos a México la Annita y yo. Ese mismo día Ozcarito me explicó como estaba la onda y nos presentó a Reginux. A partir de ahí la Reginux rifa machin en la peli. Un día hasta quise ascenderla, pero Ozcar me hizo entrar en razón y darme cuenta que le estaba dando mi puesto. Luego llegó Pixie-poo ponernos en línea y Sansans, el chavalote de la moto. Volvimos a hacer cásting y juro que no vuelvo a hacer uno en mi vida, es horrible. Al final, están los que ya están, por angas o mangas. La Annita también anda por aquí, dandole en friega al vestuario ayudada por Ivette, que fue quien nos presentó en Barcelona hace casi 8 años. Fue declarada inocente pero estoy apelando. Somos 50 gentes nomás de equipo técnico, y no se si allí contaron a Don Chirlillo, el dueño de las mulas y las cabras. Aparte los actores: Gael, Pedro, Vicky, Ana Ofelia, Berta, Marcos, Horacio, Alberto, Lalo, Hansel, Luis, Eligio y Jorge, entre otros. Hace menos de una semana estábamos solamente Reginux, Lore, Pixie, Sansans y yo en medio de la Sierra de Organos, en Sombrerete Zacatecas, a las 11 de la noche. Cuando buscamos una locación decidí que sobre todo tenía que haber buena vibra en el lugar, y eso que no soy tan místico. Y de verdad que fue el que mejor nos hizo sentir. Y de eso se trata lo que vamos a hacer ahora, porque la historia de “La Brújula la lleva el Muerto” ya está contada, desde el título ya dice ¿no?. Ahora se trata de que las imágenes tengan sensaciones. Hoy llegaron la mayoría del equipo y actores. Así que a darle.

Primera ley de Newton: La Materia y la energía no se crean ni se destruyen, sólo se transforman. Tu energía sólo se ha transformado, por eso la peli que empiezo a hacer el lunes, toda la peli, te la dedico a tí, porque tu energía está con nosotros. Va por tí Lalín, visca el Barça!!!

martes, noviembre 03, 2009

25 de octubre de 2009 ... dos horas más tarde

En el SECONDARY INSPECTION se toman todo muy en serio. Prueba de esto es la imagen de seguridad y confianza que dan los polis gringos cuando se ponen en fila para ponerles una cagotiza a los que estamos “internos” en la sala. El Robocop de región 4, que claramente era el jefe, y no porque iba para todos lados en su silla de ruedas eléctrica que le ayudaba a desplazar el gran volumen del Patrón, sino porque llevaba todo el tiempo sus gafas Ray-Ban puestas, y eso, estando en el sótano de un aeropuerto impone machin. Justo a un lado de Robocop estaban, de pié, Pat Morita y la Señora Cometa. Después estaban el sinaloense, el cara de bonachón, el nieto chicano del Huracán Ramírez, el Jean Claude Van Dam salvadoreño, a quienes se les unieron el primo de Charly Valentino, el hijo de Chatanuga, el jóven Ho Chi Min y nuestro amigo Woong, éstos dos últimos eran los únicos que no eran peso welter. El sobrino de Myke Tyson seguía detrás del mostrador peleándose con la computadora. De este lado de la tribuna, Dundee con su anforita bien guardada, Achmed, Achmedsito y su guapa mamá que seguían sosteniendo en sus manos las fotos tamaño credencial, la Francesa que iba a Las Vegas y su servidor en una fila perpendicular al resto de filas. El Cuahu y Ernst, que no opusieron resistencia, permanecían esposados a sus respectivas sillas, a ladito de Josefina, que seguía sonriendo, cómo no, si era su cumpleaños y no se estaba enterando de nada la pobre. Justo detrás de ellos estaba Shawn Rider, el vocalista de Happy Mondays (vaya paradoja con lo del domingo de cambio de horario). El Shawn se equivocó de vuelo, el en realidad iba a Berlín, pero se equivocó de avión y agarró uno a Los Angeles, decía que fue una pequeña distracción, que había estado practicando su deporte favorito en un parque de Manchester esa mañana y que por eso se equivocó. Los gringos no entendían nada, y menos con ese acento de Manchester que tiene. Yo si sabía la causa exacta, y es que el deporte favorito de Shawn no es correr en el parque, sino darle a las palomas los cocos de marihuana que le van saliendo de hacerse porros a las palomas, yo lo sabía pero no les expliqué nada a los gringos porque empezó a hacer mucho calor en la sala. El Darryl Strawberry de Costa de Marfil, que ya al final todos le decíamos de cariño Blackberry, por todo lo que aconteció más tarde. Era un negro pero negro negro, grandotote, larguirucho y no sigo diciendo para que no sospechen de que tengo escasa heterosexualidad. Lo bueno es que justo junto a el estaba la versión ecuatoriana de Gloria Trevi, pero nomás de la cintura para arriba. Pero quien realmente pasaba desapercibido era el Marilin Manson bajado de Machu Pichu, que bajo unos cuantos kilos de maquillaje y una gran melena que le llegaba hasta el culo, que en realidad no estaba tan abajo porque como que la cintura se le acercaba demasiado al pecho, con su cuerpo tipo Bob Esponja, en realidad no era tan blanquito como su cubierta de productos Revlon, lo delataban sus manos color café cortado largo de café con 2 de azucar, porque mucha sacarina no le ponía a los suyos y sus ojos rasgados. Obviamente por su silueta deduje que no era tailandés. El caso es que el Marilin Manson/Bob Esponja no se movió en las dos primeras horas que yo estuve allí. Pero cuando las filas policiacas se disiparon hacia el mostrador y los cubículos de atrás, el Marilin Manson/Bob Esponja se levantó de su silla y se dirigió directamente hacia la esquina de la sala del SECOND INSPECTION. Nos dio la espalda y … si, en efecto, liberó su esfínter. Meó como un elefante el cabezón. Y regresó tranquilamente a su lugar a adoptar exactamente la misma posición que tenía las dos horas anteriores. Gloria Trevi se veía nerviosa, no se sabía bien a bien el porqué, si fueron las calaverotas de la camiseta de Marilin Manson/Bob Esponja, o la camisa tropical de Blackberry, o que ambos se habían dejado la ventana abierta. El pantalón de Marilin Manson/Bob Esponja era, obviamente, negro, pero sus calzones eran blancos como su maquillaje, en cambio, Blackberry usaba unos pantalones de los que se pone uno en Ibiza bien a gusto y que usan unos botoncitos chiquititos con un ojales grandototes. Y no se notaba bien a bien si sus calzones combinaban con lo que se dejaba entrever dentro de sus huaraches. No hizo falta averiguarlo. El calor nos estaba matando y Mike Tyson nomás no prendía el aire acondicionado, que la verdad es que ahí donde lo ven, la sala del SECOND INSPECTION, no está acondicionada para tener aire acondicionado. Ni una agüita ciel ni Vodafont ni siquiera un Mountain Dew nos ofrecieron. La verdad mis respetos para el Marilin Manson/Bob Esponja, porque ni un gramo de su maquillaje se le derramó, en cambio el pobre Ernst terminó con el cuello de su simpática camisa completamente blanco y su cara parecía un cuadro de Pollock. Blackberry fue el que empezó el desmadre, tranquilamente se quitó la camisa, así nomás, y Shawn se emocionó y empezó a bailar como un poseso. Gloria Trevi se llevó de repente las manos a la cabeza con cara de histeria pero no dejaba de mirar el paquete de Blackberry. “Arturo García…” gritó Woong desde detrás del mostrador. Me tardé más o menos 5 minutos en reaccionar, que siendo un domingo de cambio de horario ya saben lo que puede significar. La Francesa le sacó la anforita a Dundee y le dio un tragote que la dejó vacía. El Cuahu intentó hacer una Cuahutemiña pero como estaba bien amarrado a la silla se fue de espaldas contra el suelo y no se volvió a levantar, por lo menos mientras yo estuve allí. Pero eso nada que ver con mi distracción, ni tampoco que Gloria Trevi ya se había desabrochado tres botones, la culpa fue de la Señora Cometa, que al escuchar mi nombre creyó que le hablaban a ella. Vaya nombre ha de tener en realidad que fonéticamente se parece al mío. Se levantó de su silla en la entrada y fue directamente a Woong. Y le armó un escándalo por distraerla y el pobre chino apenas y intentó, porque no se puede decir que ni si quiera un poco lo logró, justificarse diciendo que en realidad me llamaba a mi. Cuando la Señora Cometa tomó su lugar me levanté y me dirigí a Woong. Estaba preparado, ya había practicado mi discurso en chino y toda la onda, y que aparte era super fácil, porque solo iba a decir 您好 (que significa “Hola) y 謝謝 (Gracias), porque de que me iban a acusar, si hasta la adefesio anglosajona de la embajada me había dicho un contundente “Your visa has been accepted”. Tons nomás era cuestión de llegar, saludar, decir que si con la cabeza todo el tiempo, que me regresaran mi pasaporte verde, y dar las gracias. Así de simple. “Your name is similar no se que de un criminal que we are looking for”. Ni un garabato en chino me dijo, ni una sola rayita, todo en inglés el mamonazo. Señalando a la Señora Cometa firmemente con mi dedo índice de la mano derecha pregunté “She?”.

lunes, noviembre 02, 2009

25 de octubre de 2009 ... una hora más tarde

La sala del Secondary Inspection es bastante normal. Una sala de las del tipo que se utilizan para reuniones de empresas para darle platicas de motivación a los empleados, pero en choncho. Justo cuando la francesa que iba a las Vegas me demostró que su pronunciación del inglés era igual a la mía del francés, se dio el cambio de turno de los polis gringos, que cabe mencionar que ninguno era rubio, vamos, ni siquiera de piel blanca. El amarillo era el tono más cercano. Los únicos que seguían por ahí eran nuestro amigo Pat Morita, que seguía metiendo gente a la sala, la Señorita Cometa de la tercera edad, una tailandesa que medía un poquito menos que yo cuando estaba en tercero de primaria pero que tenía un carácter que denotaba su amplia experiencia en la academia de Policía. Y que de ahora en adelante la llamaré, la Señora Cometa, por respeto más que nada. Y el tercero en hacer doble turno era el sobrino de Mike Tyson, un negro joven con cara de no tener ni puta idea de cómo funciona una base de datos. El pobre Tyson no movía los ojos del monitor, y cada que algún otro poli se le acercaba le explicaba su miserable vida, lo mal que llevaba esto de buscar información de los “aliens” destinados al SECOND INSPECTION y algún detalle de la vida cotidiana. Eso si, el buen Tyson no tenía la culpa de nada, siempre era un pedo del Windows, aunque después me percaté que usan Linux. Vaya rollotes les pegaba, por eso no le duraba un compañero a lado ni 2 minutos. “Me tienen aquí por una infracción de tráfico que no pagué hace 20 años” nos dijo a la Francesa y a mi el señor Dundee, un australiano que tenía cara de haberse tomado media botella de Vodka con jugo de naranja en el avión desde Melbourne. Me acordé de Mad Max, no se porqué. Llegó entonces el relevo azul. Un montón de polis obesos todos con sus “Lunches” que les había preparado su mujer en casa para que no se murieran de hambre, pero eso si, ninguno era rubio ni de piel blanca. Uno a uno fueron cogiendo del mostrador un bonche de pasaportes para revisarlos, pasaportes de colores que correspondían a mis compañeros del SECOND INSPECTION y yo. No me dí cuenta de cual de los polis había agarrado mi pasaporte verde. Empecé a practicar mi discurso de presentación en chino, coreano, japonés, español, polaco y en árabe, para que llegando la hora de mi declaración o entrevista o lo que fueran a hacerme pudiera yo demostrar lo bien integrado que estoy en esto de la globalización.
Achmed, su esposa y su hijo estaban en la esquina, llegaron justo con el último poli del nuevo relevo, los traía en marcación personal y conté 5 veces en las que el poli, que era claramente de rasgos sinaloenses, les pedía fotos de cada uno, del niño, de la madre y del pobre Achmed. Y ahí estaba el pobre sacando fotos todo el tiempo. Todo el álbum de sus imágenes de perfil del feisbu pero impresas a baja resolución. Achmedsito sonreía cada que a su mamá le pedían una foto de ella, que ni traía velo la señora y además era guapísima. Pinche poli sinaloense gandaya, pensé, lo que quiere es llevarse las fotos de la mamá de Achmedsito. Lo más curioso es que todas las fotos eran de fotomatón, osea de cabinita de tomar fotos, tipo credencial, eso si, de todos colores y con varios peinados. Yo veía de reojo porque estaban a lado de mi, con poca atención porque Dundee empezó a contarme la carrera política de Peter Garret, vocalista de Midnigth Oil y que ahora es el ministro de medio ambiente, cultura heredada y artes de Australia. Osea que se puso el traje el pelón aquel de las camas ardientes. Josefina estaba por allá en la esquina, sentadita en su silla de ruedas, con una edecán negra que pesaba lo mismo que Josefina con todo y silla de ruedas. Quietecita y sonriente estaba Josefina por ahí. Nada que ver con la cara de la edecán que era la fiel imagen de la negrita aquella que anunciaba hot cakes en los 80. “Naciste usted el 25 de octubre de 1929?” le preguntó a Josefina un poli con cara de bonachón, y ella sin dejar de sonreír asintió con la cabeza. “Congratuleishons” . Cuahutemoc Blanco se levantó de su silla y empezó a entonarle efusivamente las mañanitas a Josefina. Ernst, un polaco que llevaba un sombrero de copa amarillo con una flor marchita, un saco morado, pantalones de colores, unos zapatotes rojos con verde y una nariz roja acompañó con las palmas al Cuahu. Dundee aprovechó el momento para sacar sigilosamente su anforita y brindar por la grata ocasión. Pat Morita, la Señora Cometa, el sinaloense, el nieto chicano del Huracán Ramírez, y el Jean Claude Van Dam salvadoreño (que le tupe durísimo a los frijoles) se le dejaron ir al Cuahu y a Ernst en un despliegue al más puro estilo SWAT hollywoodense que terminó en una sencilla manita de puerco de los festejadores. Josefina seguía sonriendo...

25 de octubre de 2009

25 de octubre de 2009

Hay un día de la semana que no me gusta del todo, y casualmente no es el lunes, es el domingo. El domingo es un día que como que ni va ni viene, es el día oficial de la indecisión. Ahí les va un típico diálogo dominguero: “A dónde vamos?” “ay pos no se”.
Pero hay algo de los domingos que realmente odio, y es que haya domingos con cambio de horario. Luego hay un par de gandayas que se quieren hacer los colgados y colar un retrazo en el trabajo en martes por culpa del cambio de horario. Díganme nomás. Porque es verdad, el domingo de cambio de horario uno anda todo apendejado, apoco no?. Yo ayer me levanté a las …. Digamos que eran las 7, pero en realidad eran las 6 y yo creí que eran las 8. ¿Me explico? Es una sensación que no es ni siquiera bipolar, sino tripular, y en domingo que es peor. Porque aparte en “dormingo” como le dice Teresita(mi madre), es pa dormir hasta tarde. Pero yo me tenia que despertar temprano, a las 7 para ser mas exactos, y si me levanté, pero no supe si eran las 6 o las 8. Dos horas de diferencia son un montón, y si quieres comprobarlo puedes hacer un ejercicio muy ilustrativo, mira, queda con tu pareja, si es pareja sentimental quedará aún más claro, queda a una hora y llega 2 horas antes, y luego vuelve a quedar otro día y llega 2 horas más tarde. ¿A que se te hace un desmadre? . Pos eso le pasa a mis neuronas en domingo de cambio de horario, o sea, 2 veces al año. Finalmente salí a tiempo, porque el destino así lo quiso, ya que la verdad yo seguía con la incertidumbre horaria. Llegando a Toluca, que ya me dirán si no tiene cojones, irse a Toluca en domingo de cambio de horario, y tempranito. Total que ya estaba en Toluca y aunque el aeropuerto está quedando menos feo que la mayoría de aeropuertos en México, al parecer aún no agarran la onda de cuales son las verdaderas necesidades básicas de un viajero de corta distancia, porque en esos aeropuertos no puedes ir tan lejos. Pero si un poquito más lejos, como para necesitar cambiar un par de pesos mexicanos por dólares. En fin, por angas o mangas me trepé con pesos mexicanos al avión, sin un dólar. En el avión venían justo detrás de mí un par de Yuppies que se fueron a bien topar con otro yuppie en la misma hilera del avión. Valió madres. Un yuppie solito podría parecer inofensivo, incluso podría pasar desapercibido, pero por su naturaleza yuppie siempre termina hablando con el de a lado, aunque sea un poquito, porque si el interlocutor tiene la misma manía que yo contra los yuppies seguramente le corta el rollo antes de que el vuelo que sale de Toluca y va hacia donde sea pase sobre Querétaro. Pero dos yuppies que ya vienen encarrerados diciendo estupideces se encuentran a otro justo a lado es una situación que no le deseo presenciar a nadie.
Porque por su naturaleza, el yuppie, aparte de utilizar un lenguaje que según el va de lo sofisticado a lo buena onda en 0.5, incrementa considerablemente el volumen de su voz para que toda la gente se de cuenta de que es Yuppie, para que se note la facilidad que tiene de hablar de algo de lo que no tiene ni puñetera idea, pero eso sí, con mucha fluidez. Aterrizamos por fin en Los Angeles . Un par de semanas antes pasé a visitar a los del consulado gringo para sacar mi visa. Durante un largo periodo de tiempo, entre la multitud que se aglomeraba en esa especie de bodega-almacén-chiquero-moderno gallinero, había un niño muy simpático, o por lo menos a mi me lo parecía, aunque la actitud de sus padres era de querer inscribir al escuincle en algún programa de adopción francés. El niño, que con sus progenitores había llegado puntual a las 6.30 de la mañana, llevaba puesto un traje de Superman, y no hacía más que correr y gritar por todo el consulado. “Your visa has been accepted” me dijo una adefesio anglosajona y yo salí de ahí bastante contento. Pero la pesadilla no había sino empezado apenas. Pasaporte en mano (con visa en la última página) me acerqué a migración, en Los Angeles. Cuánta gente de diferentes razas confluyen en esas pequeñas zonas del planeta. Se siente uno como en un barrio de Nueva York, Londres o Barcelona. La globalización, si señor. Pasaportes de todos los colores. Y del otro lado igual, nomás que todos vestidos de azul y con la cabeza rapada, o semi rapada. Uno de ellos era claramente de origen coreano. Porque ahí donde me ven, tengo la capacidad de ser un medio occidental que distingue entre un chino, un japonés, un coreano, y uno que no es de ninguno de esos tres. Digo medio occidental no porque sea tan tan mestizo, sino porque creo que así es como se debería de llamar a los de este meridiano y un par mas hacia la izquierda y otro par hacia la derecha. Los Americanos, continentales por supuesto, a los gringos nunca los llamaré americanos por supuesto. Si a los de medio oriente, o a los del lejano oriente, y a los occidentales, se les llama de tales maneras, pues me parece que a nosotros nos correspondería el término, medio oriental. Yo ya estaba preparando mi saludo en coreano, digo, pa caerle bien al poli, cuando de repente se acerca Pat Morita con 20 kilos menos(claramente de origen japonés) y me manda a otra fila porque en la que yo venía había demasiada gente. Bendita Ley de Murphy, porqué me abandonas cuando realmente te necesito. “Hola” saludé cordialmente al poli, que no era precisamente un gachupín(ni siquiera de las islas canarias). “¿Hace cuanto tiempo que no viene a los estados unidos?” ni siquiera me miraba a los ojos, ya que no los despegaba o de su monitor o de mi pasaporte (con la visa gringa en la última página) “Hace 20 años” le contesté. Me hizo registrar mis “finguerprints” en un escanercito con una luz verde matrix. “Acompañeme por favor”. Y ahí voy yo atrás de el, hasta llegar a una puerta que daba a un salón más o menos grande (o eso pensé en ese momento) que tenía un gran ventanal de cristal, un par de mostradores y un montón de bancas ocupadas por gentes de todos lados. Pasaportes de colores no había, porque los tenían los polis detrás del mostrador. “Toma un asiento y espere a que le llamen por favor”. Ya se que parece que me equivoqué escribiendo la anterior cita, pero así tal cual me la dijo. Extraña combinación del uso del usted y el tu en la construcción gramatical, pensé. Llevaba ya más de una hora en este país y no había yo articulado palabra en inglés, que para mí necesita de un proceso de adaptación, culpa de ver tanto cine escandinavo últimamente. Falta de práctica vamos. Junto a mi estaba una francesa, que iba a Las Vegas. No tenía cara de ludópata, ni de revoltosa, ni de activista social o política, ni de tener intenciones de adoptar a un niño africano o mexicano vestido de Superman. Solamente tenía cara de francesa y de no tener ni puñetera idea de lo que estaba haciendo en ese lugar. “Saba bien?” Me contestó con el “Oui” menos convincente que he escuchado en mi vida. “Quesque tu fe? Quesque tu pens? La voatour a le batiment?” Notó inmediatamente que mi francés es deficiente y muy amablemente intentó explicarme en inglés que “Aironó”.
Y aquí la sala del SECONDARY INSPECTION se empezó a convertir en la mismisima Babel...