La Pasion

La Pasión es lo más maleducado que existe. Viene de algún lugar desconocido y se instala justo aquí, muy aquí muy adentro del aquí, y no hay manera de sacarlo. Lo peor de todo es que viene a desplazar a otros antiguos inquilinos del aquí muy aquí adentro del aquí, quienes llevan residiendo en armonía durante años, vamos, desde que nacemos, y los hacen tanto a un lado que terminan los pobres arrinconados, prácticamente ignorados en el aquí muy aquí adentro del aquí. Un día, sin darnos cuenta, ya tenemos a un par de pasiones instalándose cómodamente, cohabitando con las pasiones ya residentes en el aquí muy aquí adentro del aquí, haciendo y deshaciendo a sus anchas. Y luego viene lo peor, y es cuando el colectivo de pasiones sale del aquí muy aquí adentro del aquí para “manifestarse” por las calles, y la cuestión se agrava aún más cuando se topan con otras manifestaciones solidarias a sus causas, porque regresan al aquí muy aquí adentro del aquí con más fuerza, creyéndose incluso todo el choro idealista que les contaron por ahí. Forman colectivos y grupos activistas y toda la onda, son de lo peor de plano. Ni siquiera tienen carnet de identidad, pero eso si, cuando hay que ejercer democráticamente salen todos del aquí muy aquí adentro del aquí para ejercer su derecho a intentar que el mundo sea mejor. Eso sí, todas las pasiones tienen ínfulas de líderes y quieren dominar absolutamente todo, les aterra el descontrol y el caos que se pueda generar en el aquí muy aquí adentro del aquí. Pero pocas veces hay quien se les resista. Incluso a veces, entre varias pasiones hay disputas por falta de empatía y eso deja al aquí muy aquí adentro del aquí hecho una zona devastada. Al final de cuentas aquí muy aquí adentro del aquí estamos, haciendo siempre lo que las pasiones nos dicen, sometidos absolutamente a hacer lo que su voluntad imperiosa nos dicta.