sábado, abril 12, 2008

La Teoría del Caos, o 7x5=35 (3º parte)

Desde hace unos días todo estaba muy calmado. Mi nuevo complejo celular iba Barcelona arriba y Barcelona abajo en el Bicing (concepto moderno y progresista, este si, que consiste en hacer de la bicicleta un servicio de transporte público del Adjuntament de Barcelona). ¡Hasta iba a andar en patineta dos veces a la semana!. En la chamba, o el curro pa los españoles, me decían “Tío, tranquilízate que vas salido”, expresión que significa que andaba en friega, muy hiperactivo.


Tampoco me pongo a explicarle a cualquiera lo de mi nuevo complejo celular, soy lo suficientemente modesto y no me gusta andar presumiendo por todos lados. ¡Ah!, porque desde que escribí que no tenía chamba a ahora ya cambió mi situación laboral pero lo voy a explicar más tarde. Annita decía que yo andaba “Trilirí”, no lo busquen en el diccionario de catalán porque ahí tampoco viene, y es que a la pobre ya se le contagió el ejercicio Huidobriano (O sea de Vicente Huidobro http://es.wikipedia.org/wiki/Vicente_Huidobro ) de inventarse palabras. Hasta que un día me dio “Trilirilitis aguda”.



Clínicamente esto no quiere decir nada, pero yo me refiero a que estaba sobre excitado, y no me estoy refiriendo al sexo, sino a algo todavía más fuerte que es el sentirse con un complejo celular totalmente nuevo. Nada es para siempre. De repente, ante el alboroto que se traían ya en buena onda las células de la derecha, las de la izquierda y las neuronas, un grupo externo empezó a crear desajustes. Las hormonas. Esas viejas chismosas que ni son células ni son nada, son “sustancias segregadas por células especializadas”, o por lo menos eso dicen en Wikipedia, y que nomás están viendo donde meten su cuchara para dar órdenes y desajustar al cuerpo. Especializadas, como no, seguro estudiaron en Harvard y desayunan con Edgar en el comedor donde rodaron Harry Potter. La verdad es que no quiero ni saber de que células salieron las méndigas. Pero es que desestabilizan toda la infraestructura celular y neuronal sin que te des cuenta (dicen que son de una secta religiosa que pretende dominar al cuerpo entero). Son bien mandonas me cae. Y la verdad es que desde hace ya un buen rato que están dando lata. Y lo peor de todo es que son super volubles, unas veces dan y otras quitan. Porque fíjense, en mi segunda etapa celular, andaban como locas por todo el cuerpo, aunque por lo general se encontraban en lo que para ellas era como un parque donde se juntan los jovenes a fumar porros, y lo bueno es que a mi Mamá siempre le gustó exprimirme los granos y las espinillas, que para las hormonas era antiecológico porque decían que estaban deforestando el parque, cuando en realidad ellas ya se habían fumado todo lo que podían(si se fijan estoy hablando en Metáfora, no vayan a creer que era mariguano cuando estaba chiquito. http://es.wikipedia.org/wiki/Met%C3%A1fora.)



Pero yo no estaba tan cacarizo de chavito, más bien tenía la piel muy lisita y a los 20 años dejó de haber parques de hormonas(una que otra espinilla en la espalda pero Annita se encarga de talar y deforestar). Donde si se puso machín, o sea que hubo una situación agravada(muy intensa), fue en la capilaridad. De ahí me viene lo de Chango, y que para novedad de muchos Españoles que están leyendo, no es mi nombre. Lo escribo en catalán para que me entiendan mejor y que los mexicanos no se enteren y así hacerme el chulito. Chango es la paraula que es fa servir al meu país per dir mico, o mono, i que en realitat ve de una antiga llengua indigena, y en aquesta civilizació va a ser una mena de deu de la fetilitat y la virilitat, es per aixo, per aquestas dues coses que em diuen aixi, en veridat em dic Arturo.(Me encanta cotorrearme a estos batos). Me salió pelo por todos lados.



Mis greñas se parecían a las de Cristian Castro (según mis compas skatos y que es una referencia que volvió de ultratumba en la boca de Annita, pues consideró lo mismo pero de manera espontánea, sin que nadie le dijera nada). Pero eso no era lo peor. Lo peor era lo que estaba diciendo en catalán y que todos hemos sufrido sin que nadie, por muy ligón que fuera, pudo contenerse ante el embate brutal y sanguinario de las hormonas, en ese aspecto. La gran diferencia entre “I´m hot”, y “i´m hornie”. Esos tiempos ya pasaron. La dictadura de las hormonas. Ahora es diferente, quizá peor. Porque ahora las hormonas en vez de darte, te quitan. Por mucha rasta que trajera hasta casi el culete, la parte de la moyera(porque tiene tanto pelo como la de un bebé) o lo que algunos llaman la coronilla(con lo republicano que soy y coronado) estaba completamente llana, calvo como un monje dominico en novela de Humberto Eco. Antes hasta daba gusto darle vuelo a la hilacha y que las hormonas estuvieran contentas y hambrientas de más ordenes. Ahora, si le hacemos caso a las hormonas aunque sea viernes y llegue a la casa con Annita y sin decirle nada la abrace con todo mi nuevo complejo celular, le de besos y la bese tanto que no haya problema porque al día siguiente es sábado… Perdón, es que el tema de los viernes me apasiona y se me olvidó de que estaba hablando.



¡Ah si!, que si le hacemos caso a las hormonas ahora los viernes serían cada mes. Y pos no. “¿Y cuándo vas a tener hijos?”, preguntan todo el día las hormonas. Pero fíjense como son, que van al hemisferio izquierdo, al derecho, y por si no fuera poco, por todo el cuerpo preguntando. De plano se salen hasta de su jurisdicción(órale, el Word no me subrayó en rojo jurisdicción). Yo lo que hago es que los viernes son los días en que las hormonas se juntan a tomar cafecito para chacharear.



Pero de ahí en más la verdad si hay un desmadre. Las hormonas quieren privatizar al cuerpo. Las neuronas se hacen las que las Vírgenes les hablan, la de Montserrat y la de Guadalupe para ser más específico, y porque desde hace unos años hay veces que pienso en español(o sea con Lupita), y otras que ya pienso en catalán (con Montse). Pero celularmente hay mucho alboroto, se crearon enmiendas, iniciativas, planes de desarrollo, recursos, y demás términos que se refieren a algo abstracto, que cuando se concreta nadie sabe bien bien de que se trata y que al final terminan con la dimisión de algunas células. Y entonces, las neuronas empezaron a generar un rumor por los pasillos, o sea que pensé: “El Caos”. Y aquí empiezo a hablar de la teoría del caos, bueno, voy a empezar porque lo voy a mandar en otro mail.

(No se pierda el cuarto capítulo de la interesante “blognovela biológica”, protagonizada por las células renovadas, las neuronas, Annita, las hormonas, y el Flecha)

Perdón, el Flecha no sale en esta, quizá en otra. Quizá.

1 comentario:

Unknown dijo...

Al final se me olvidaba la trama de la blogonovela, gracias por recordarla... jajaja, estaré pendiente de la trama.

Si supieras que la hiperactividad que traías antes del compló de las hormonas, según tu, era seguro un efecto de las mismas. O sea, la vida entera es un dominio bioquímico, pero bueno, que eso no altere tu relato.

Un saludo